Si evalúas el porqué las personas crean marcas, te darás cuenta de que existen varias razones por lo cual se crean. Fundamentalmente, se incluyen el ser capaz de vender un producto a un precio más alto y ser capaz de crear una entidad sostenible con el fin de poder diferenciarla de la competencia y potenciar la marca en el futuro.
Si nos fijamos en el modelo farmacéutico tradicional, éste consiste en invertir mucho dinero para desarrollar un producto innovador por el cual se obtiene una patente por unos años y cuando esa patente se vence se procede a lanzar un nuevo producto.
Una vez que la molécula se aprobó se podría cobrar lo que se quisiera, y por lo tanto fijar el precio de la misma no significaba un problema. Se tenía pensado que la vida de la marca se mantuviera vigente durante el tiempo la vida de la patente, por lo que en realidad no era posible crear una entidad sostenible.
Por lo tanto, tradicionalmente, las marcas farmacéuticas fueron creadas para generar conciencia. Cuando los comerciantes farmacéuticos se referían sobre la creación de una marca, lo que realmente querían referir era la concienciación de la marca y si el médico reconoce o no su producto.